Oliver es un mago muy, muy menor. Sus familiares se lo recuerdan varias veces al día. Sólo conoce tres hechizos, y uno de ellos es para controlar su alergia a la caspa de armadillo. Sus intentos de invocar elementales provocan hemorragias nasales, y no hay nada más embarazoso que tu elemental abandone el círculo para traerte un pañuelo, te dé una palmadita reconfortante y desaparezca con un soplo de magia. El armadillo se parte de risa cuando eso sucede. Oliver es un mago menor. Por desgracia, es todo lo que tienen.
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